miércoles, 19 de noviembre de 2014

Amargo despertar.


...Abrió los ojos. Todo se veía tan borroso... se sentía extremadamente confusa y fatigada. Amarrada semidesnuda sobre una frígida mesa de metal, su cuerpo yacía inmóvil, completamente paralizado . El sonido de un espeluznante grito hizo eco en sus aún adormecidos oídos. Había más personas como ella en ese habitáculo. Su visión seguía borrosa y aunque se esforzó por intentar distinguir algo que le hiciera comprender donde se encontraba, no pudo apreciar más que siluetas sin rostro. De nuevo un  estremecedor grito volvió a retumbar en la sala, cada vez se sentían más cercanos. Intentó pronunciar palabra pero no logró más que balbucir y gargajear. Las siluetas se aproximaban a ella y el pánico comenzó  a recorrer cada centímetro de su debilitado organismo.  Levantó la cabeza y forzó sus entumecidos ojos haciendo un ultimo intento por reconocer a sus captores. Sus pulsaciones se aceleraron al observarlos tan cerca para después sentir como el horror invadía  su cuerpo al percatarse de que sus rostros no eran humanos. Aún sin fuerzas, el agónico grito de desesperación e incomprensión retumbó en toda la sala. Su rostro palideció de manera que podían apreciarse las venas de su interior con solo mirarla y sus enrojecidos ojos comenzaron a derramar lagrimas de sangre..

1 comentario:

  1. Vaya una situacion aterradora. Me gustó como plasmaste la impotencia de la víctima. Un buen relato. Un saludo.

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